Estamos viviendo un cambio de paradigma muy emocionante por
las derivaciones que está trayendo.
En el nuevo paradigma, que debemos mayoritariamente a la
Física Cuántica, (una manifestación
extrema de la mente humana, casi rayando en el misticismo) es un ejemplo de
unidad y de la naturaleza complementaria de los modos de conciencia racional e
intuitivo. La física moderna puede enseñarle a las demás “Ciencias” que el
pensamiento científico no debe ser reduccionista y mecanicista.
La visión del mundo que surge de la Física Cuántica es
orgánica, holística y ecológica. Se podría llamar una visión de sistemas. El
mundo ya no puede ser visto como una máquina formada por una gran cantidad de
objetos; sino como una unidad indivisible y dinámica cuyos elementos están
estrechamente vinculados y solo pueden comprenderse como modelos de un proceso
cósmico
Entre otras cosas significa que ningún “objeto” atómico
tiene propiedades que sean independientes de su entorno; dependerán de la
situación experimental, es decir, del sistema con el cual se vean “obligadas” a
establecer una relación recíproca.
En el nuevo paradigma se invierte la relación entre las
partes y el conjunto. Las propiedades de estas solo pueden ser entendidas a
partir de la dinámica del conjunto. No Hay partes, lo que llamamos partes es
simplemente un modelo en una red inseparable de relaciones.
La metáfora (el modelo tradicional como mapa conceptual)
está siendo reemplazada por la red. Percibimos la realidad como una red de
relaciones, nuestras descripciones forman también una red interconectada que
representa los fenómenos observados.
Vemos que existe por tanto un paralelo con los nuevos
paradigmas que estamos viendo en el ámbito de construcción del conocimiento.
Del concepto tradicional de flujo de conocimiento estático y
lineal, generalmente vertical y por supuesto de arriba hacia abajo, entramos en
una época de transición.
Involucra un ascenso del individuo, mundos desdibujados (la
metáfora del aula porosa) una mayor socialización y una conectividad
transversal en un contexto de inmediatez (la red).
Esta red que no es estática sino dinámica y compleja, y por
medio de un proceso de co-creación pasa a ser naturalizada (ecológica)
adoptando la forma de espiral (se expande radialmente)
Podemos los docentes o en realidad debemos, facilitar un
entorno que apoye y fomente el aprendizaje, un contexto que sea adaptativo,
dinámico, responsivo?
Que con una informalidad estructurada sea dirigido a la
auto-organización?
Al fomentar una comunidad de aprendizaje, probablemente
ayudemos en el desarrollo de una inteligencia colectiva. Y esa red inseparable de relaciones esperemos termine transformándose en una interdependencia positiva.
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